Cómo curar, lavar y cuidar tus sartenes de hierro
Todo lo que necesitás saber para que te duren toda la vida
Cuidar tus sartenes de hierro no es complicado. De hecho, es bastante simple una vez que entendés lo básico. Y lo mejor: cuanto más las usás, mejor funcionan. Acá te contamos cómo curarlas, lavarlas, guardarlas y mantenerlas para que sean tus aliadas de todos los días.

¿Qué significa “curar” una sartén?
El curado es el primer paso para proteger la sartén del óxido y empezar a construir su antiadherencia natural. Es una especie de “bautismo” que le da el toque inicial para que te acompañe de por vida.
¿Cómo se hace?
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Lavá bien la sartén con agua caliente y detergente.
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Secala completamente. Puede ser con un repasador para sacar el excedente de agua, y terminar de sacarle los restos de humedad sobre una hornalla a fuego fuerte unos pocos segundos.
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Pasale una capa muy fina de materia grasa (puede ser cualquier tipo de aceite o manteca) con una servilleta o papel de cocina, por toda la superficie de la sartén, incluyendo paredes.
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Colocala sobre una hornalla a fuego fuerte durante unos minutos hasta que notes que el color se va oscureciendo y empieza a humear. Si el color no queda uniforme no pasa nada, el curado funciona igual.
Después de esto, ya está lista para usar. Con el uso continuo, la sartén se va a ir curando cada vez más.
Cómo lavarla y guardarla
Una de las claves para mantener tu sartén como nueva es evitar el remojo prolongado.
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Después de usarla, simplemente limpiala con agua caliente y una esponja (puede ser de acero si algo quedó pegado).
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Si necesitás, podés poner un poco de agua y calentarla unos minutos para aflojar restos de comida.
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Siempre secala al instante después de lavarla. El agua o los restos de humedad, si se deja por un tiempo en contacto con el hierro, arranca a oxidarlo. Por eso recomendamos siempre secarla unos segundos sobre la hornalla para eliminar cualquier resto de humedad, y si le pasas una fina capa de materia grasa, la curas y la secas al mismo tiempo.
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Si no tenes nuestra funda Kankay, guardala en un lugar preferentemente fuera de cajones húmedos o cerrados.
¿Se oxidó? Tiene solución
Si ves alguna manchita de óxido, no te preocupes. Podés limpiarla con virulana o lija fina, lavarla, secarla y volver a curarla. Queda como nueva.
Cuidar tus sartenes de hierro es fácil
Con solo un par de hábitos simples —lavar sin remojar, secar bien y aceitar de vez en cuando— tu sartén va a durar toda la vida. Y con el uso, va a mejorar cada vez más.
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